Crónica campamentos verano 2012: tercera jornada.

Crónica campamentos verano 2012: tercera jornada.

Nuestros hijos siguen con sus rutinas en los campamentos. Hoy miércoles en La Salle se levantaron a las 8,30 y desayunaron a las nueve. Después de ordenar un poco las habitaciones hicieron un taller de marca-páginas y un rato de piscina, la comida fue arroz a la cubana y un pescado rebozado. Por la tarde siempre tienen un poco de tiempo libre para que jueguen y otro taller antes de merendar, después hicieron juegos de agua para acabar con otro baño en la piscina. El menú de la cena fue ensaladilla rusa y carne en salsa (que se sustituyó por una tortilla con queso para los que tienen algún tipo de alergia). Hoy, como es el último día, hacían un juego de buscar tesoros. Mañana harán las últimas actividades y la despedida del campamento. La hora prevista de salida es las 15,30 horas. Hay que tener en cuenta que serán unos 45 minutos de viaje con lo cual sobre las 16,15 horas los padres impacientes nos veremos en la calle Clariano para recibirlos con grandes abrazos.

En Alta Lai los monitores están muy contentos con el grupo que es muy participativo y fácil de motivar. A pesar de reunir a tres cursos diferentes es muy homogéneo. Hoy han ido a la Cueva de la Plata, una buena caminata de más de una hora en cuesta para llegar a una cueva que tiene formaciones kársticas de todo tipo y que les encantó. Después de comer allí y de descansar un rato para evitar las horas de sol más duras volvieron al campamento con un poco de lluvia e hicieron un taller de elaboración de un colgante (definitivamente vamos a tener que montar un mercadito para todos los objetos hechos en los campamentos). Después se bañaron en la piscina y tras el aseo fueron a cenar. El plan era hacer una velada jugando a «Furor» pero el fútbol quizá haya alterado el horario. Mañana toca otra excursión, esta vez un par de horitas caminando (en plano y con buenas sombras) para hacer una vía ferrata y un poco de escalada natural. Ni qué decir tiene que esperan con impaciencia el disco móvil de la última noche.

Y sigo con Eduardo Galeano para despedir a los que lleguen al final de esta crónica. Hoy toca fútbol: «El gol».

El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos. El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero hay que tener en cuenta que el milagro se da poco. El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire.

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